En una pobre exhibición de boxeo el peleador de raíces mexicanas Ryan García (24-1, 20 KO) se presentó ante la afición de Houston para vencer por nócaut en el octavo round al chihuahuense Óscar Duarte (26-2-1, 21 KO), un púgil con buenas credenciales que salía del anonimato internacional para tener la oportunidad de su vida de demostrarle al mundo de lo que era capaz pero no lo aprovechó y se le fue la chance de vender su nombre en el plano mundial.
Si hay algo que destacar del boxeo del auto apodado 'King Ry'-- que de rey ha demostrado que no tiene nada, salvo que reina en las redes sociales como influencer por su alta popularidad--, es que tiene una velocidad fugaz, pero de nada le sirve si no fortalece su arsenal de golpes, y sobre todo su defensa desparpajada, pues en más de una ocasión lo vimos en guardia de espaldas a su rival, como si le hubiera quedado un trauma después de haber sido molido a golpes por un boxeador de élite, Gervonta Davis en abril pasado.
Los aficionados esperábamos ver en su regreso tras ese descalabro a un Ryan García más cerebral, pues tuvo ocho meses para reflexionar en lo que falló con Gervonta para redoblar esfuerzos en el gimnasio y hacer valer su condición de favorito en este tipo de combates como el que sostuvo con Duarte, a quien subieron como carne de cañón y que al final de la velada puso en problemas al californiano, cosa que no debió ocurrirle a un combatiente con los bonos y la popularidad de Ryan García, la única carta fuerte que le queda a Golden Boy Promotions y su CEO, Óscar de la Hoya.
García fue rápido, usó su jab pero gran parte de la pelea fue pasivo, incluso lo vimos desplazarse por el ring para evadir a su rival cuando debió hacer lo contrario, ir al frente para enviarle al mundo un mensaje de fortaleza y determinación.
Al final de la pelea un sólido gancho de zurda, su golpe predilecto, fue lo que puso en malas condiciones a un Óscar Duarte que no aprovechó esta vitrina de proyección internacional, pues no fue tanto lo que brilló el mexicano sobre el ring sino lo que dejó de hacer Ryan García, quien demostró que aún está lejos de los grandes nombres de los ligeros y súperligeros como Stevenson Haney, Gervonta, Prograis, Teófimo, Loma, incluso del mismo Isaac 'Pitbull' Cruz.
Desesperación. Tras su victoria ante Demetrius Andrade hace poco más de una semana, David Benavídez no ha dejado pasar la oportunidad de hablar sobre pelear con Canelo Álvarez cada vez que se encuentra un micrófono y una cámara. Lo de Benavídez ya raya en la desesperación para que el jalisciense le dé una oportunidad, pues en sus últimas declaraciones ante la prensa dejó ver su disposición por ajustarse a todas las condiciones que ponga el mexicano, incluyendo la cláusula de rehidratación el día de la pelea con tal de que se dé la batalla. La pregunta es si realmente Benavídez lo quiere hacer por la grandeza y el legado que le traerá medirse a Canelo, o solo es por la jugosa bolsa que se llevaría el ‘Bandera Roja’ por subirse al ring con el pecoso. Pueden ser ambas y es válido, pero el mismo Benavídez sabe del desafío que implica retar al rey indiscutido de las 168 libras, y no creo que esté cien por ciento seguro de poder superarlo.
Operan al Vaquero. Uno de los campeones mundiales más sólidos de nuestro país, Emanuel 'Vaquero' Navarrete, fue sometido a una cirugía en su mano izquierda después de que recayera de una antigua lesión tras el empate contra el brasileño Robson Conceicao hace dos semanas. El triple campeón mundial y actual rey súperpluma por la OMB espera regresar a la actividad a inicios del 2024 y podría ser en pelea de revancha contra Conceicao.
El tijuanense Jaime Munguía (42-0, 33 KO) y el británico John Ryder (32-6, 18 KO) se enfrentarán el 27 de enero en Phoenix en lo que podría ser una puesta a punto del mexicano rumbo a una posible pelea contra Canelo Álvarez en 2024. Munguía viene de superar en cerrado duelo ante el ucraniano Sergiy Derevyanchenko en junio en una pelea que se definió por una caída del europeo en el round 12. Por su parte Ryder fue ampliamente superado por Canelo Álvarez en mayo en el estadio de las Chivas en Zapopan.
Caballos a la LMP. Primero Isaac Paredes confirmó su presencia con los Naranjeros de Hermosillo para jugar lo que resta de la temporada en la LMP, y ahora Joey Meneses hace lo mismo con los Tomateros de Culiacán. Sin duda esta es una gran noticia para los aficionados no solo de las capitales de Sonora y Sinaloa, sino de cada plaza de la LMP porque estarán presentes las dos más grandes estrellas bateadoras que tuvo México este año en el béisbol de las grandes ligas. Por un lado Paredes, un jugador consolidado con Rayas de Tampa Bay con quienes disparó 31 jonrones y produjo 98 carreras producidas, y por otro, Meneses que conectó 13 cuadrangulares y remolcó 89 carreras con los Nacionales de Washington, además de promediar .275. Paredes jugó 143 encuentros y Meneses 154 durante el rol regular, casi la totalidad del calendario de 162 partidos que marca una temporada en el mejor béisbol del mundo, lo que habla de la gran consistencia que tuvieron estos caballos. Ahora falta que el cubano-mexicano Randy Arozarena confirme su presencia con los Mayos de Navojoa para así ver una temporada que por primera vez contará con tres peloteros mexicanos estelares consolidados de MLB.
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