Algo debe saber la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo quien hace unos días sentenció que ‘el PRI ya no existe’. Y es que el otrora poderoso partido se ha vuelto tan amorfo que se está quedando solo, bajo la conducción de un personaje como Alejandro Moreno Cárdenas a quien las dirigencias estatales y municipales le siguen el rollo, más por conveniencia que por convicción: sin ‘Alito’ no llegarán a ningún lado si es que aspiran a cargos de elección popular desde gubernaturas, pasando por diputaciones, alcaldías y hasta las regidurías. Allá en Insurgentes Norte en la Ciudad de México, todo, absolutamente todo se palomea. En lo local no hay capacidad ya no digamos de definir, ni siquiera de proponer. El asunto es que el PRI hoy por hoy no tiene a nadie y llama la atención la expresión del diputado local, Bernardino Antelo Esper quien pese a que ya las señales son claras de que el PAN no quiere ir con ellos ni a la esquina, se avienta eso de que siguen en pláticas con otros partidos incluyendo al albiazul, al PAS y hasta al PVEM y PT, lo que dudamos a partir de que estos orbitan en torno a la 4T ¡Mi no entender!, dijera el popular Catón. El PRI, que no hace mucho gozaba de las mieles del poder, hoy anda mendingando alianzas ante su ahora, nada remota, posible extinción ante el riesgo de no obtener el mínimo de votos en las urnas para sobrevivir en su registro. Ya se fue el PRD. Insistimos: ya no es remoto.

 

 

Y más tardó en presumir Bernardino Antelo que el PRI no cerraba las puertas ni posibilidades a una alianza con otros partidos de oposición a Morena, que el PAN en revirarle: ‘No hay alianza’. Lo dijo la dirigente estatal de Acción Nacional, Wendy Barajas, quien recordó que el presidente nacional de su partido, Jorge Romero, ya dejó muy en claro que queda totalmente descartada cualquier alianza con el PRI en el 2027. Hay que recordar que en las últimas elecciones, y particularmente en el 2024, fueron juntos y los resultados fueron desastrosos. Morena, en cambio, obtuvo un dominio apabullante en las Cámaras. En los hechos, legitimaron un discurso que promovió la Cuarta Transformación del viejo régimen de corrupción, excesos y de privilegios que significaba el PRIAN. Ambos partidos, PRI y PAN, salieron con saldos sumamente negativos en votos y con bases duras que se fueron alejando. Por algo es que la premisa de la que parte Acción Nacional es volver a salir a las calles, abanderar causas ciudadanas, recuperar la credibilidad perdida y volver a sus bases –que en el caso de los panistas duros no se van a Morena a diferencia de los priistas quienes tienen convicciones más flexibles--. Y para cumplir esos propósitos, el cálculo desde el PAN es que la única forma de hacerlo es reconstruirse solos, porque el PRI es una cadáver político en descomposición que apesta.

 

 

Nos llama la atención las declaraciones a medios que hizo la alcaldesa de Guasave, Cecilia Ramírez Montoya, quien afirmó que para cumplir con compromisos de fin de año el Ayuntamiento buscará el respaldo financiero del Gobierno del Estado pues tendrán un cierre muy ajustado. Es ahí donde nos preguntamos en dónde estaba la presidenta municipal o de plano no leyó lo que expresó apenas el sábado pasado ahí mismo en Guasave el gobernador Rubén Rocha Moya, quien recomendó con todas sus letras a los municipios que se preparen con responsabilidad financiera para el cierre del ejercicio anual y estén en condiciones de atender sus compromisos de aguinaldo y pago a proveedores, sin andar estirando la mano, porque no les garantizó que puedan concederse recursos extraordinarios. Seguro doña Cecy Ramírez ha de tener noches de insomnio por el desorden financiero que le dejará el tesorero Edgar Espinoza, a quien en Guasave le apodan el ‘Niño de Oro’, quien por cierto, seguirá disfrutando seguir en la nómina. A propósito de ese caos financiero que tienen en el municipio que gobierna Morena, ¿qué destino tendrían los 60 millones de pesos que pidieron prestados? ¿A poco ya se lo acabaron que quieren más?

 

 

Hace meses que se sabía que Raúl Rico, el gran hacedor de carnavales en Mazatlán, ya no estaba a gusto en el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán. Y que su salida estaba cantada. Era cuestión de tiempo, lo que finalmente ocurrió este martes. Cuando trascendió en círculos de opinión que había renunciado por allá a principios del año, la alcaldesa Estrella Palacios argumentó que eran especulaciones. Como era prematuro el arranque de su gobierno, no convenía que empezara a mandarse un mensaje de desmoronamiento de su equipo, porque ya habían salido huyendo otros funcionarios quienes no estuvieron dispuestos a soportar los arranques, berrinches, groserías y actitudes déspotas de Estrella Palacios. Incluso, hay versiones que apuntan a que hay servidores públicos que prefirieren poner tierra de por medio antes que atender órdenes directas desde el principal Despacho de Palacio Municipal porque, de hacerlo, implicaría estar en riesgo de exponerse a futuros procesos penales. Es el caso de Raúl Rico, quien según se cuenta, prácticamente estorbaba a intenciones de hacer manejos poco claros desde el Instituto de Cultura. El ex funcionario goza de un prestigio como pocos en el puerto y no iba a dilapidarlo a estas alturas. En su lugar se quedará Óscar García. Otra vez: pobre Mazatlán que no halla su suerte desde que la frivolidad llegó al ayuntamiento.