Un penal que terminó en la pista de tartán del Olímpico Universitario y a la postre la eliminación de las Chivas en el Apertura 2025, ese fue el fin de Javier Chicharito Hernández en el equipo de sus amores.
El delantero, de 37 años, regresó al Rebaño en enero de 2024, el hijo pródigo que triunfó en el futbol europeo, volvía para cerrar el círculo y ser el referente de gol que tanto le hacía falta al equipo.
Sin embargo, eso quedó en un romántico deseo, pues en este torneo jugó solo cinco partidos, sumó 117 minutos, es decir, ni dos juegos completos y marcó un gol.
En el juego de vuelta de los cuartos de final ante Cruz Azul tuvo en sus pies la pena máxima para clasificar al Guadalajara a la siguiente fase, Luis Romo le entregó el esférico en señal de reconocimiento y confianza hacia el goleador histórico de la Selección Mexicana, pero ese disparo se fue por arriba del arco y con él, las aspiraciones rojiblancas.
“Con respecto a Javier, si hay alguien que tiene la experiencia, el recorrido para asumir la responsabilidad y patear un penal es él, eso es incuestionable para mí. Con toda su voluntad y además, por su jerarquía, me pareció que era el indicado para agarrar la pelota y patear el penal crucial. Después lo falló y forma parte de este deporte”, dijo el técnico del Rebaño, Gabriel Milito, tras el juego ante La Máquina.
“Javier tiene una historia impresionante y nada va a opacar su trayectoria, su recorrido. Hoy le tocó la desafortunada acción del penal, pero siento lo mismo que él. Nada va a cambiar por un penal, ni mi pensamiento hacia él. Ahora digerir este momento, aprender, crecer, todo sirve de experiencia. El futbol es así, salir campeón es muy difícil”, señaló.
Despertó ilusión y esperanza
El 28 de enero de 2024, el Estadio Akron se llenó para ver la presentación del legendario 14, del canterano que fichó por el Manchester United en 2010, el que jugó con el Real Madrid, con Bayer Leverkusen, West Ham, Sevilla, LA Galaxy.
Solo su presencia de regreso en el estadio congregó a más de 46 mil personas, la leyenda estaba de vuelta.
“No hay palabras para agradecerles el que hayamos llenado el estadio para recibir a un canterano. Chicharito no hubiera podido sin ustedes, sin sus compañeros, sin su familia”, expresó Hernández en el escenario.
Sus números fueron contrastes con la expectación que generó, jugó 35 partidos entre Liga y Liguilla, marcó solo tres goles en cuatro torneos que disputó.
Las lesiones fueron constantes, más de 10 le impidieron tener regularidad y ritmo, las polémicas en redes sociales, que llegaron al grado que el club emitiera un comunicado y la propia marca que viste al equipo, condenaran los dichos.
En su carrera, entre clubes y selección. Hernández Balcázar ha cobrado 32 penales, anotó 16 y falló los mismos; con el Rebaño anotó dos, en 2009 y falló tres, de acuerdo a números de la FMF y la Liga MX.
La última imagen que tendrá el aficionado, será al canterano rojiblanco volar el penal que pudo darle la clasificación al Guadalajara.
Debacle de una leyenda
“Imaginémonos cosas chingonas”, fue la frase que marcó el cambio de personalidad del Chicharito en 2017, de cara al Mundial de Rusia 2018; fue el inicio de la influencia de su “coach de vida” Diego Dreyfus, un ingeniero y actor a quien mediáticamente se responsabiliza de alterar la mentalidad de quien fuera un exitoso goleador del Manchester United (59), Real Madrid (9) y el Bayer Leverkusen (39).
La imagen del joven futbolista que reflejaba humildad y reserva en su exposición mediática con valores de una dinastía como ser el hijo de Javier Hernández Gutiérrez, el Chícharo, y nieto del legendario Tomás Balcazar, se esfumó.
Su roce con la prensa creció de la mano de su bajón de juego, pues del West Ham United, cayó al Sevilla, donde solo marcó tres goles y voló a LA Galaxy, pero las redes sociales fueron el camino al paredón.
Su polémico video, publicado el 18 de julio de este año, donde hace comentarios machistas: “mujeres, están fracasando”, detonó en todo el país, donde incluso la presidenta de México, Claudia Sheibaum, reprobó dicha acción: “todavía tiene mucho que aprender”; esta reacción, aunadas a las sanciones correspondientes de Chivas y su patrocinador principal, así como su decepcionante segunda etapa rojiblanca dejaron en la lona todo ese camino de grandeza como deportista y como dato curioso, hizo más publicaciones, que goles.
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Con información de Milenio