Lamine Yamal se ha convertido en uno de los futbolistas más influyentes de su generación, un fenómeno global cuya repercusión supera por mucho lo habitual para un jugador que apenas cumplió 18 años. Su talento, su estilo electrizante y su capacidad para decidir partidos lo han colocado rápidamente bajo los reflectores del futbol mundial. Por ello, la cadena estadunidense CBS News lo entrevistó para su reconocido programa 60 Minutes, buscando entender el impacto de una estrella que ha irrumpido con fuerza desde La Masia hasta las portadas internacionales.
Durante la conversación, Yamal mostró un tono maduro y reflexivo al hablar de su presente, su entorno y su proyección. Aseguró que su objetivo sigue siendo simple: disfrutar del futbol, la pasión que lo ha acompañado desde niño y que considera el centro de su vida. Las expectativas, los récords y la fama, según él, son solo consecuencias naturales de dedicarse al deporte que ama.
“NO QUIERO SER MESSI, QUIERO SER YO”
Desde su debut con el Barcelona, Lamine Yamal ha cargado con comparaciones constantes hacia Lionel Messi, un peso que pocas promesas podrían soportar. Sin embargo, el joven culé dejó clara su postura: admira profundamente al astro argentino, pero no pretende imitar su trayectoria ni asumir su legado. “Para mí, Messi es el mejor de la historia. Si algún día coincidimos en un campo, habrá respeto mutuo. Pero ni yo quiero ser Messi ni Messi espera que yo lo sea. Quiero seguir mi propio camino”, afirmó.
El delantero insistió en que no tiene intención de reproducir el estilo del exjugador blaugrana ni de usar el histórico dorsal 10. Su identidad futbolística apunta hacia otro lado: a un estilo “divertido”, basado en entretener a la afición más que en acumular récords. “Quiero que la gente, sobre todo los niños, disfruten conmigo. Si hago muchos goles, perfecto, pero el futbol es mucho más que eso”, agregó.
LA META CLARA: GANAR EL MUNDIAL 2026
Yamal también habló de la relación emocional que lo une al futbol. Lo llamó “el primer amor de mi vida”, asegurando que su familia y su círculo cercano comparten esa misma pasión. Para él, el futbol no es solo una carrera, sino un vínculo permanente que lo define dentro y fuera de la cancha.
De cara al Mundial 2026, el juvenil español se mostró más ilusionado que nunca. Considera que España llega con un nivel competitivo que no tenía desde hace tiempo y confía en que la selección pueda luchar seriamente por el título. “Yo me siento en un gran momento y estoy seguro de que disfrutaremos muchísimo este Mundial. Lo ganaremos”, sentenció con convicción.
Con esta mezcla de ambición, autenticidad y madurez precoz, Lamine Yamal consolida su figura como uno de los nombres llamados a marcar el futuro del futbol mundial… pero bajo una premisa irrenunciable: quiere ser él mismo, no el próximo Messi.
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Con información de Adrenalina