El capital proveniente de México se ha consolidado como el motor principal de la inversión latinoamericana en el mercado inmobiliario español, inyectando más de 33.900 millones de euros en diversos activos, y desatando un nuevo auge en el sector conocido popularmente como "el ladrillo".
La nación azteca lidera este fenómeno de expansión, atraída por la estabilidad económica y las coincidencias culturales e idiomáticas que ofrece España. Este flujo de inversión no solo se centra en la compra de viviendas, sino que también incluye proyectos de desarrollo y la adquisición de activos prime (de primer nivel).
Madrid, el Epicentro del Capital Mexicano
La capital española, Madrid, se ha erigido como el epicentro de esta ola inversora. Se estima que alrededor del 60% de los 33.900 millones de euros está invertido en la comunidad madrileña, principalmente en activos inmobiliarios.
Uno de los movimientos más recientes y destacados fue la compra de una torre de oficinas en el centro de Madrid por la marca mexicana Be Grand, con la intención de transformarla en departamentos de lujo. Esta acción, aunque refleja la confianza en el mercado, ha generado un debate en redes sociales en medio de la crisis habitacional que experimenta la ciudad.
Perspectiva y Contexto
Si bien la compra extranjera de vivienda en España ha crecido un 15% en los últimos dos años, el capital mexicano se distingue por su volumen. Expertos señalan que los inversionistas mexicanos no están "quemando las naves" en su país, sino que están diversificando sus patrimonios para aprovechar la coyuntura de crecimiento del mercado español.
El fenómeno de las fortunas latinoamericanas en activos prime españoles continúa en expansión, y con México a la cabeza, se espera que esta tendencia se consolide en los próximos años, con un foco especial en ciudades clave como Madrid, Barcelona y Valencia.
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